Diseñadas para cerrar extremos de tuberías, válvulas o aberturas de recipientes, las bridas ciegas son piezas circulares que, si bien cuentan con orificios para su unión mediante tornillos, carecen de un agujero central, como cualquier otro tipo de brida, dado que su finalidad es bloquear el paso de los fluidos circulantes.
Desde un punto de vista estrictamente técnico, las bridas ciegas son las que pueden soportar las condiciones de trabajo más severas ya que, al esfuerzo provocado por la tracción de los bulones, se le suma el producido por la presión existente en la tubería. En los terminales donde la temperatura, humedad y presión son factores de trabajo o ejercen esfuerzos variables o cíclicos, es altamente aconsejable efectuar los cierres mediante el acople de bridas de cuello y ciegas.
Por sus múltiples aplicaciones, altísima seguridad y comprobada eficacia, las bridas ciegas son cada vez más empleadas en un sin número de ramas de la industria, como la metalúrgica, naval, agrícola, automotriz, minera, petroquímica, gasífera, química, papelera, alimentaria y farmacéutica, entre otras. Por supuesto, los materiales empleados para la fabricación de estas bridas son muy variables, y dependen de las condiciones de uso. Suelen fabricarse en aceros al carbono para temperaturas y presión moderadas; aceros aleados para temperaturas y presión extremas; y níquel, cromo y molibdeno para el contacto con líquidos o gases altamente corrosivos.
Si bien es cierto que la familia de las bridas es muy amplia, las más utilizadas son las siguientes:
Los precios publicados incluyen IVA